Como me gusta el olor a pan recién hecho. El aroma que sale del horno invade toda la casa y la hace mucho más acogedora. De hecho, los olores relacionados con la casa son mis favoritos y me recuerdan que casa es el sitio que comparto con aquellos a quien quiero.
Recién hecha está también esta página web que acaba de salir del horno con muchas ganas de compartir con vosotros todas aquellas recetas que llenan de aromas nuestra casa, o nuestras casas...
Nos encanta descubrir nuevos sabores y saborear también nuestros favoritos de siempre, de hecho, no hay sensación comparable a morder por primera vez un bocado delicioso de una nueva receta, o volver a comer ese plato que se ha hecho en nuestra familia toda la vida.
La comida es…. Toda una experiencia. Un trozo de tarta o de bocadillo nos pueden llevar a los más bellos recuerdos de juventud, o transportarnos a lugares magníficos que hemos visitado, o recordarnos a personas con las que hemos compartido momentos especiales de nuestra vida. Por ejemplo, siempre que hago caldo, el aroma de las especias que utilizo hace que mi abuela vuelva a mi lado, porque su casa tenía exactamente el mismo aroma cuando ella hacía caldo.
A partir de ingredientes sencillos y básicos podemos crear un universo de complejidad y creatividad delicioso. ¿Os animáis?
En esta página web encontraréis recetas que además de ser especiales son deliciosas. Queremos que os animéis a probarlas porque os encantaran, a vosotros y a aquellos con quienes las compartáis.
Con la combinación de solamente cuatro ingredientes se obtiene este pan de sabor suave y tierno que os aguantará en un sitio fresco y seco envuelto en un trapo de cocina hasta una semana. Si lo guardáis en una bolsa de plástico sudará y se convertirá en chicle, así que no lo hagáis, a no ser que os guste el pan-chicle.
Es importante respetar los tiempos de fermentación (paciencia), que darán a vuestro pan la esponjosidad, sabor y aromas característicos del pan artesano. También es importante pesar y medir los ingredientes de forma meticulosa y exacta para evitar sorpresas desagradables.
Se puede amasar a mano o utilizando un robot de cocina. Las máquinas y los robots de cocina de hoy en día nos hacen la vida muuuuucho más fácil, así que vale la pena hacer la inversión en este aspecto.
Si amasáis con la kitchen aid o similar, necesitaréis el gancho para amasar. Al bol del robot empezad poniendo la harina, la sal y la levadura, y mientras empezáis a amasar a velocidad lenta, id añadiendo el agua lentamente hasta que la harina la haya absorbido toda. Entonces se puede incrementar la velocidad y dejar que el robot trabaje hasta que la masa esté lisa y se despegue de las paredes del bol. Este amasado puede durar 8 o 9 minutos. Entonces tapamos el bol con un trapo húmedo mientras la masa reposa. Se tiene que tapar siempre con un trapo húmedo para evitar que se seque la masa y se forme una costra.
Si hemos amasado a mano, colocaremos la masa, una vez esté lisa y no se nos enganche en las manos, en un bol de base cóncava que sea suficientemente grande para que pueda crecer. Taparemos el bol con un trapo húmedo y dejaremos reposar la masa.
RECETA BÁSICA DE PAN
Para 2 panes medianos
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INGREDIENTES
500 g harina de fuerza
9 g sal
325 ml agua
7 g levadura seca para pan
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INSTRUCCIONES
Amasa todos los ingredientes.
Deja reposar la masa durante 30 minutos dentro de un bol tapado con un trapo húmedo en el sitio más cálido de la cocina.
Divide la masa en dos porciones y déjalas reposar tapadas con un trapo húmedo durante 15 minutos más sobre una mesa de trabajo ligeramente enharinada.
Da forma a las dos porciones (forma de bola si queréis dos panes redondos) y déjalas fermentar sobre la bandeja que irá al horno tapadas con un trapo húmedo durante unos 90 minutos (o hasta que los panes hayan doblado su volumen).
Calienta el horno a 230ºC y coloca en su interior un pequeño cazo con agua para generar vapor.
Cuando el pan esté listo para ir al horno, realiza cortes en diagonal con un cúter o cuchillo bien afilado.
Introduce el pan en el horno y baja la temperatura a 180ºC. Procura hacer esta operación rápidamente para evitar perder el vapor del horno.
Cuece los panes durante unos 40 minuto o hasta que veas la superficie bien tostada.
Sácalos del horno y déjalos enfriar.
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